Pablo Castiella es el Director Comercial y uno de los socios fundadores de baobab. Conócelo un poco mejor en esta entrevista.
¿Quién es Pablo Castiella?
Un físico convertido en emprendedor casi desde que acabó la carrera.
¿Por qué estudiaste Físicas?
Confieso que yo quería hacer Ingeniería industrial, pero no conseguí nota suficiente (nacer en un baby boom no ayudó). Después de aprobar el primer curso de físicas (eso sí, en septiembre), me gustó tanto la forma de enfocar y afrontar los problemas, que decidí no cambiar de carrera, pero me alegro mucho de haber fundado baobab y estar tan cerca de la ingeniería. baobab me ha permitido ver cómo funcionan muchas industrias por dentro y cómo son, con detalle, procesos de fabricación muy distintos, desde coches a yogures.
¿Qué te motivó a abrazar una carrera en Ventas?
Bueno, mi carrera en ventas empezó uniendo varias cosas que se me dan bien: entender procesos tecnológicos, capacidad para explicarlos, y el gusanillo de resolver problemas complicados. No tardé mucho en descubrir que, en el mundo laboral, esas aptitudes están demandadas en puestos comerciales con alta carga técnica.
¿Por qué la analítica avanzada?
Me enfrenté por primera vez a una red neuronal en los últimos años de carrera cuando estas técnicas eran unas completas desconocidas. ¡¡¡Conseguimos reconocer patrones alfanuméricos!!! Si durante varios años de mi vida profesional mi carrera ha estado ligada a las telecomunicaciones, la investigación operativa me ha permitido abordar problemas de sectores muy diversos. Las matemáticas permiten mejorar procesos en cualquier tipo de empresa.
No es una disciplina obvia. ¿Qué viste en la analítica avanzada y en el resto de fundadores para lanzarte a la aventura?
Por un lado, nunca dudé de la potencia de las matemáticas a la hora de ayudar a tomar decisiones complejas y por otro, la vocación de excelencia del resto de los socios de baobab, tanto a nivel docente como profesional, es un valor que me hizo creer en este proyecto desde el principio, ¡y ya hace casi 9 años!
¿Qué te ha enseñado baobab?
Que las cosas se pueden hacer de otra forma, que se puede crecer de forma orgánica, sostenible, de la mano del crecimiento profesional del equipo. Y también me ha enseñado a creer en la cantera; hay gente realmente buena que despunta desde lo primeros meses de trabajo en baobab.
¿De qué logro estás más orgulloso?
Obviamente, el primer proyecto, cuando has creado la empresa y tienes que conseguir que alguien crea en ella, me pareció muy importante. Tras ello, creo que los proyectos internacionales son de los que más orgulloso me siento. Ver que empresas europeas e incluso americanas confían en baobab por encima de otros players locales es algo que me llena especialmente.
¿Cual es tu visión para baobab en 5 años?
Dentro de unos años, veo baobab como una empresa más grande, pero que no ha perdido su esencia de excelencia, de compañerismo, y el espíritu con el que la fundamos: dedicarnos a “resolver acertijos”.