El mes pasado, en baobab cumplimos 10 años desde nuestra creación.
Cuando llegan este tipo de celebraciones, es imposible no echar la vista atrás y recordar todo el proceso que nos ha hecho llegar hasta el momento en el que estamos ahora, sobre todo porque fundamos la empresa desde la nada, con una idea clara y unos principios que se han mantenido firmes, siendo la piedra angular de la relación con nuestro equipo y con nuestros clientes.
Hace 10 años comenzamos trabajando desde casa, sin oficinas, (quien nos iba a decir que la pandemia nos iba a devolver a todos a nuestras casas de nuevo) y aunque en este tiempo hemos pasado por 4 oficinas, recuerdo los miedos que hemos superado por el camino: la contratación de los primeros trabajadores, la burocracia que no facilita las cosas, la decisión de algunos socios de dedicarse al 100% a hacer crecer baobab, pero también las celebraciones que se han ido sucediendo: las paellas de bienvenida de los miembros del equipo, muchos after work, y, sobre todo, cómo la filosofía de baobab se iba transmitiendo desde los más expertos a los más jóvenes, donde el compañerismo, las ganas de compartir el conocimiento y de superar retos están en mente de todos, todo el tiempo. Es emocionante ver como día a día algunos de aquellos primeros trabajadores siguen con nosotros, liderando el barco en el que avanzamos todos juntos.
Mirando a nuestros clientes, estamos muy orgullosos de las grandes empresas con las hemos colaborado durante todo este tiempo, de los lazos de confianza que hemos construido con las personas que apostaron por nosotros y con las que seguimos trabajando; es especialmente emotivo que el primer cliente que confió en nosotros hace diez años haya vuelto a apostar por nosotros en este año.
En aquellos tiempos donde la AI sonaba a película de Spielberg (aunque se estrenó en 2001) y donde “palabros” como machine learning, ciencia de datos, gemelo digital o analítica prescriptiva no estaban en el vocabulario de nadie, nosotros, desde la humildad, ya intentábamos evangelizar a grandes empresas de que las técnicas que venían de la universidad y que nosotros ya dominábamos entonces, podían cambiar el mundo (la verdad es que el mundo ha cambiado mucho en estos 10 años) y la forma de tomar decisiones relacionadas con la planificación de la producción, la gestión de stocks, la optimización logística y de transporte, los turnos de personal o el pricing.
Hoy cuesta menos explicar estos conceptos, pero los retos siguen ahí, esperando a que nos enfrentemos a ellos y sigamos resolviendo acertijos, que es la razón por la que seguimos al pie del cañón.
Tengo que reconocer que estos 10 años han sido un camino duro, que no han faltado piedras con las que tropezarse, pero también tengo claro que lo volvería a recorrer y que siento un gran orgullo por lo que hemos construido entre todos los que formamos y hemos formado baobab.
Tenemos la firme intención de continuar en esta línea, que la esencia que nos distingue siga presente en cada uno de nosotros y que seamos capaces de transmitirlo a todas las personas con las que colaboremos en un futuro que, tras la incertidumbre que estamos superando, se presenta lleno de luz y oportunidades.
Gracias a todos los que, de alguna forma, habéis formado parte de baobab o habéis confiado en nosotros para tomar las mejores decisiones.
Pablo Castiella
Managing parter