La visión artificial es una rama de la inteligencia artificial que se centra en capacitar a las máquinas para interpretar y entender el mundo visual de manera similar a cómo lo hacen los seres humanos. Utiliza algoritmos y modelos computacionales para analizar y procesar imágenes y videos, extrayendo información significativa y tomando decisiones basadas en esa información.
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Las aplicaciones de la visión artificial son variadas y abarcan numerosos campos, desde la medicina y la fabricación hasta la conducción autónoma de vehículos. Entre las tareas que puede realizar se incluyen el reconocimiento facial, la clasificación de objetos, el seguimiento de movimientos, la detección de anomalías y la generación de descripciones automáticas de contenido visual.
Aplicaciones
En el sector energético, la visión artificial puede desempeñar un papel clave al optimizar la eficiencia operativa y mejorar la seguridad. Dentro de las principales aplicaciones de técnicas basadas en visión artificial se puede destacar:
- La monitorización de infraestructuras críticas, como plantas de energía, mediante cámaras y sistemas de visión, permite la detección temprana de posibles fallos o anomalías. Estos sistemas pueden analizar visualmente el estado de los equipos, identificar patrones de desgaste, y prever problemas antes de que se produzca el fallo del equipo…
- Inspección de instalaciones, como parques eólicos y paneles solares, facilitando la evaluación rápida y precisa de la integridad de los componentes, lo que contribuye a una gestión más eficiente y sostenible de los recursos energéticos.
- Gestión de vegetación en líneas de transmisión: la visión artificial se emplea para monitorizar y gestionar la vegetación en las proximidades de las líneas de transporte y distribución eléctrica. Los sistemas pueden identificar de manera automática la presencia de vegetación que podría representar un riesgo de cortocircuito o interferir en la transmisión de energía. Esto ayuda a las compañías eléctricas a realizar intervenciones de poda de manera eficiente y a prevenir posibles interrupciones del servicio causadas por la vegetación y, por tanto, evitando posibles penalizaciones.
- Identificación de especies de aves u otros objetos en movimiento en las cercanías de una granja eólica. Los sistemas de visión implementan algoritmos especializados que analizan imágenes captadas por cámaras instaladas en los aerogeneradores para detectar la presencia de aves en las cercanías. Estos algoritmos permiten evaluar, su tamaño, velocidad y trayectoria. Por ejemplo, este sistema puede alertar automáticamente cuando se acercan aves a las áreas de las turbinas, permitiendo la toma de medidas preventivas, como la ralentización de las palas o la parada temporal de la operación.
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Los resultados generados por los modelos de visión artificial en el sector energético no solo tienen un impacto inmediato en la detección de anomalías y la prevención de problemas, sino que también sirven como un punto de partida valioso para la implementación de modelos de optimización del mantenimiento.
La información recopilada a través de la visión artificial, que identifica patrones de desgaste, posibles fallos o necesidades de intervención, se convierte en datos fundamentales para desarrollar estrategias de mantenimiento más eficientes y personalizadas. Integrando estos datos en modelos de optimización, las empresas pueden programar intervenciones de mantenimiento predictivo en momentos estratégicos, maximizando la disponibilidad operativa, reduciendo los costes asociados a reparaciones no planificadas y prolongando la vida útil de los activos. Este enfoque basado en datos proporciona una gestión del mantenimiento más proactiva y eficiente, mejorando la fiabilidad de las instalaciones energéticas y optimizando la gestión de recursos.
En conclusión, la integración de la visión artificial en el sector energético no solo se traduce en mejoras sustanciales en la eficiencia operativa, sino que también desempeña un papel esencial en la evolución hacia un sistema energético más avanzado, resiliente y sostenible. Al permitir la detección temprana de fallos, la optimización del mantenimiento y la gestión eficiente de recursos, la visión artificial no solo minimiza los costes operativos y maximiza la disponibilidad de la infraestructura, sino que también respalda los esfuerzos para mitigar los impactos ambientales. Esta tecnología no solo se erige como un componente clave en la gestión inteligente de activos y la seguridad de las instalaciones, sino que también contribuye significativamente a la transición global hacia fuentes de energía más limpias y renovables. La visión artificial se consolida como una tecnología muy interesante para el futuro del sector energético, impulsando la adopción de prácticas más inteligentes y responsables.
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